OTRO ÉXITO PARA INDO IURIS, HIPOTECAS QUE ACABAN POR TOCAR TECHO

NULIDAD CLÁUSULA SUELO

El euríbor marcó sus niveles máximos entre el verano y el otoño de 2008 y a partir de entonces emprendió una trayectoria bajista, coincidiendo con la quiebra de Lehman Brothers y el cambio de rumbo de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, no todos aquellos que firmaron una hipoteca se pudieron aprovechar de este desplome. Es el caso de Antonio Jorquera, que se compró su casa en el año 2001. «No sabía nada cuando firmé el préstamo», confiesa. Un crédito de 120.000 euros a amortizar en 20 años.

Pero cuando vio que su tipo de interés, que rozaba el cuatro por ciento, no bajaba se empezó a temer lo que confirmó poco tiempo después: la suya era una hipoteca blindada. «Recuerdo haber leído un reportaje en un dominical antes de dar el paso», explica. Fue así, como con toda la documentación reunida, puso el tema en manos de su abogado, Juan Carlos Rodríguez, del bufete ciudadrealeño Indo Iuris, que ya suma cerca de 20 expedientes. Entonces, pagaba 765 euros al mes y, en sus propias palabras, «miraba el extracto bancario impotente».

sin otra opción. Tras sentirse engañado por su entidad, Antonio decidió llevarla ante los tribunales. Primero, interpuso una reclamación extrajudicial a la que su banco hizo caso omiso. «No me dieron otra opción», asegura. No en vano, tras la resolución, a su favor, tuvo que reclamar «un montón de veces» lo que era suyo. «La sentencia fue dictada en diciembre de 2013, pero hasta medio año más tarde no vi la rebaja en mi cuota», según expone.

En su caso, sólo se estimó la nulidad o inaplicación de la cláusula, es decir, conllevó dejar de pagar unos 70 euros al mes por el suelo donde está levantado su inmueble, pero no se benefició de la devolución de las cantidades cobradas hasta la fecha. «Si no lo veíamos claro, no solicitábamos ambas cosas porque si lo desestimaban había condena en costas procesales para el cliente», argumenta Juan Carlos Rodríguez, que recuerda que el Juzgado de Primera instancia e Instrucción número 4 de Ciudad Real dictó la sentencia en contra de las cláusulas suelo antes incluso de celebrarse el juicio. «En el acto de audiencia previa, en el que se aporta la prueba documental y se proponen los testigos, pedí su adelanto a ese momento en base al artículo 429.8 de la Ley de Enjuiciamiento Civil», precisa el letrado recordando que «al banco le pilló de sorpresa». «Un procedimiento que suele durar un año y medio, se resolvió en menos de cuatro meses», apostilla.

Las cláusulas suelo se presentan a menudo enmascaradas en un préstamo que se presenta como variable, cuando realmente es un tipo fijo el que lo regirá. «Me siento feliz de poder ganarle a un banco, pero desde entonces no tengo domiciliado ningún recibo», afirma un hombre de 58 años que, en su día, también consiguió reducir la cuantía anual del seguro de vida asociado a la hipoteca. Cabe recordar que, actualmente, la legislación española permite a los bancos ofrecer un paquete de seguros siempre que se reflejen con claridad y transparencia, pero no pueden imponerlo.